sábado, 20 de agosto de 2011

Padre José Kentenich (parte I)


José Kentenich es conocido hoy como nuestro Padre Fundador, aquél que ese 18 de octubre de 1914 se reunió en un momento difícil con un grupo de jóvenes en la pequeña capilla del Seminario de los Padres Palotinos en Alemania para hacer una Alianza de Amor con María. Pero ¿cómo llegó  desde su humilde origen a este hito, y luego de su muerte a que se inicie un proceso para ser llevado a los Altares?

Su madre Katharina, muy devota de María, era la menor de 8 hermanos en una familia sin grandes recursos, por lo que a los 18 años va a trabajar a la granja Heuser, a unos 12 Km. de distancia de su casa paterna. Ahí conoce a Matthias Köp, el administrador de la granja, quien era 22 años mayor que ella y es conocido como un hombre piadoso, correcto y honorable, aunque siempre se mantiene un poco apartado de la vida del pueblo.

A los 22 años de edad Katharina se da cuenta de que está embarazada y deja la granja para irse donde una de sus hermanas y luego a la casa sus padres en Gymnich, donde el 16 de noviembre de 1885 nace Peter Joseph Kentenich. Katharina y Matthias nunca se casaron, sin que hasta el día de hoy conozcamos una razón; hay quienes dicen que la diferencia de edad habría sido un impedimento, otros que fueron trabas de las familias. Sin embargo sabemos que Joseph sí conoció a su padre y lo visitaba en compañía de su madre cada cierto tiempo.

©www.paterkentenich.de
De niño, José vivió junto a su madre en Estrasburgo y en la casa de sus abuelos, hasta que a los 8 años su madre debió buscar un trabajo fijo en Colonia para poder mantenerlo, por lo que tuvo que internarlo en el orfelinato San Vicente de Oberhausen, ya que ahí existía la posibilidad de darle una mejor educación escolar. El día de su ingreso al instituto, antes de despedirse, ella se dirige a María ante una estatua y le confía y consagra a su hijo, para que sea en el futuro su madre y cuide de él, lo que marca hondamente al pequeño José e influirá en su futura vida como sacerdote y fundador.

Cuando, 3 años más tarde, José recibe la Primera Comunión, le cuenta a su madre su deseo de convertirse en sacerdote. Ella lo insta a rezar mucho, mientras se asesora sobre lo más conveniente para el futuro de su hijo, principalmente siguiendo el consejo de su confesor y creador del orfelinato, padre August Savels. Así es como en 1899 es conducido al Seminario Menor de los Padres Palotinos en Ehrenbreitstein para concluir sus estudios secundarios y estudiar posteriormente teología y filosofía en Limburgo, donde en 1910 fue ordenado sacerdote a la edad de 24 años. Sin embargo, a pesar de todo lo anterior, de un sentimiento de soledad interior y de que sólo con Dios podía realmente conversar, quienes lo conocieron se extrañan cuando se les pregunta si era alguien excepcionalmente piadoso, ya que, según ellos era un joven común, que hacía lo que cualquier otro haría.

José tenía una muy arraigada vocación pedagógica, la que comenzó a ejercer con fuerza cuando en 1912 fue nombrado director espiritual del Seminario Menor de los Palotinos en Vallendar, cerca de Coblenza, donde enseñaba alemán y latín. Fue eso lo que le permitió comenzar a compartir con los jóvenes los ideales y la fe que había cultivado durante su infancia y juventud. Mientras llevaba a cabo esta labor reconoció de que la Iglesia se componía desde hacía un tiempo de reglas y tradiciones, sin embargo ya no constituía un vínculo duradero en la vida y el corazón de las personas. Por esta revelación creó junto a algunos estudiantes una “agrupación misionera”, que en abril de 1914 pasaría a llamarse Congregación Mariana, apoyada en los pilares de la Eucaristía y la Misión y cuyo tema central era la renovación de la Fe Católica a través de la contemplación en la vida antes que desde un punto de vista teórico.

Para reunirse pidió autorización de utilizar la antigua capilla del cementerio del medieval monasterio agustino de Schönstatt, la que a lo largo de los siglos había sido destruida, reconstruida, abandonada, e incluso utilizada para guardar herramientas de jardinería. Fue en esa capillita donde del 18 de octubre de 1914 se reunió con los jóvenes de la Congregación Mariana para sellar una Alianza de Amor con la Madre de Dios y traer de regreso y con armonía a la vida cotidiana la Fe Cristiana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario